Hundidos mis pies en la arena,
recuerdo aquel verano.
Corríamos felices,
nos habíamos adueñados del lugar.
Al borde del mar
pequeños remolinos de olas
nos enfrentaban con algas estremecidas
por las corrientes.
Esos días lucían colores rojos y verdes.
Nos miraban asombradas.
El planeta cruje vencido.
Yo solo miro fuerte y lejos.
Los vientos se llevaron la arena.
El sol se hundió
y el mar se puso negro.
Yo pienso en Ana.
Me dejo caer sobre
la arena caliente.
Miro el cielo, una nube entrometida
me refleja esa mirada ausente.
Hermoso pasar por acá. Saludos.
ResponderEliminarExcelente! muy intenso. Saludos
ResponderEliminarHermoso, felicitaciones!
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