Olvido
a veces el amor,
como
olvido mi mano.
Sólo
ellos pueden tomar el mundo
y
ponérmelo delante
para
que yo pueda tocarlo,
pero
no me recuerdan su tarea.
Olvidar
el amor y la mano
me
permite recordar las cosas
y
también recordarme.
Si
en cambio me olvidara de todo
no
olvidaría entonces
mi
mano ni el amor.
También
vivir es olvidar que se vive.
Y
amar olvidar que se ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario